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miércoles, 24 de noviembre de 2010

qué hay de esa oscura pregunta








1972


parís, texas



por qué travis qué hay de esa oscura pregunta
por qué la casa en ruinas por qué él por qué ella
por qué el verano de mil novecientos setenta y uno
qué tuvo que pasar qué clase de química por qué
la huelga en el sector metalúrgico por qué el atasco
por qué llegaron rendidos y aún así se besaron
como si mi vida les fuera en ello


Pablo García Casado, "1972/ parís, texas", en Poemas de amor y carretera 



sábado, 6 de noviembre de 2010

Y yo, ¿qué es lo que pinto en esta historia?












Me dices que Juan Luis no te comprende,
que sólo piensa en sus computadoras
y que no te hace caso por las noches.
Me dices que tus hijos no te sirven,
que sólo dan problemas, que se aburren
de todo y que estás harta de aguantarlos.
Me dices que tus padres están viejos,
que se han vuelto tacaños y egoístas
y ya no eres su reina como antes.
Me dices que has cumprido los cuarenta
y que no es fácil empezar de nuevo,
que los únicos hombres con que tratas
son colegas de Juan en IBM
y no te gustan los ejecutivos.
Y yo, ¿qué es lo que pinto en esta historia?
¿Qué quieres que haga yo? ¿Que mate a alguien?
¿Que dé un golpe de estado libertario?
Te quise como un loco. No lo niego.
Pero eso fue hace mucho, cuando el mundo
era una reluciente madrugada
que no quisiste compartir conmigo.
La nostalgia es un burdo pasatiempo.
Vuelve a ser la que fuiste. Ve a un gimnasio,
píntate más, alisa tus arrugas
y ponte ropa sexy, no seas tonta,
que a lo mejor Juan Luis vuelve a mimarte,
y tus hijos se van a un campamento,
y tus padres se mueren.


Luis Alberto de Cuenca, La malcasada, 1996.




martes, 2 de noviembre de 2010

zas!





" nada a la derecha, nada a la izquierda: libre totalmente en tus movimientos: con los libros apilados en el pupitre, erigiendo una protectora barrera entre ti y el guardián: que bosteza abismáticamente otra vez mientras tú buscas en el bolsillo izquierdo de la americana y sacas la fúnebre y recatada bolsita: tu pequeño capital: cifrando velozmente el modesto, pero salutífero haz de posibilidades: moscas, hormigas, abejas, tábanos: quizás alguna araña opulenta y velluda: vaciando el contenido sobre el hule, en apetitoso montón: insecticida catástrofe no registrada en los anales que tú observas y abarcas con resolución pronta y fría: alcanzando el primer volumen de la pila y depositando entre sus páginas una hormiga y seis moscas: en el quintaesenciado diálogo entre Casandra y el duque: esto disponen las leyes del honor, y que no haya publicidad en mi afrenta con que se doble mi infamia: cerrando de golpe, zas!, y aplastándolas: ojo avizor, cuidando que el guardián no te descubra mientras abres el libro y compruebas morosamente el resultado: con el prurito aperitivo del viejo catador: espachurradas, la masa abdominal por fuera: indelebles manchones que salpican la peripecia dramática y la contaminan con su fluente viscosidad : cabos, ensenadas, bahías : caprichosas formas geográficas "






Juan Goitisolo, Reivindicación del conde don Julián, 1970.