jueves, 11 de noviembre de 2010

tranquila y dulcemente





Y García Márquez se suma al coro: “a los editores los mando yo, tranquila y dulcemente, al carajo. Son una verdadera plaga”. Y añade: “Todo se reduce a esta frase que es imbatible: todos los editores son ricos y todos los escritores son pobres”. Una frase, dicho sea de paso, más pintoresca que imbatible en boca de García Márquez.



Jorge Herralde, Opiniones mohicanas. Ed. El acantilado, Barcelona, 2001
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