19-11-993
A Sofía
De verdad
como ahora, el olivo sobre el balcón,
el viento que desordena las nubes. Más allá de este siglo
con sus atardeceres que vendrán cuando ni vos ni yo estemos
cuando los
años sean ramas
para
empujar algo sin objeto
en los atardeceres en los que otros
se mirarán
como hoy
en el
sueño- en la oscuridad
como
huellas de un volcán curvas en la ceniza blanca.
Doblo las sábanas,
apagó la última luz.
dejo que tu
sien empuje despacio las mantas,
que se
arrodille la noche
sobre tu
veloz noviembre.
*
Sentate
frente a la ventana
mirá, pero
aceptá la desesperación:
hay verdad
en la luna que sube
y sin
embargo no se levanta como un escudo contra el dolor
se traduce
–
como he
apenas traducido el libro abierto cerca
de la pared-
simplemente
une la mesa al pensamiento
en una
espera que arde pero no explica
y que
atormenta cada hoja dentro del aire
con música
de abetos, luces hostiles.
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