sábado, 14 de julio de 2012

cuando ni vos ni yo estemos



19-11-993


A Sofía


De verdad como ahora, el olivo sobre el balcón,
el  viento que desordena las nubes. Más allá de este siglo
 con sus atardeceres que vendrán cuando ni vos ni yo estemos
cuando los años sean ramas
para empujar algo sin objeto
en los atardeceres en los que otros
se mirarán como hoy
en el sueño- en la oscuridad
como huellas de un volcán curvas en la ceniza blanca.
Doblo las sábanas,  apagó la última luz.
dejo que tu sien empuje despacio las mantas,
que se arrodille la noche
sobre tu veloz noviembre.

*

Sentate frente a la ventana
mirá, pero aceptá la desesperación:
hay verdad en la luna que sube
y sin embargo no se levanta como un escudo contra el dolor
se traduce –
como he apenas traducido el libro abierto cerca de la pared-
simplemente une la mesa al pensamiento
en una espera que arde pero no explica
y que atormenta cada hoja dentro del aire
con música de abetos, luces hostiles.

Antonella Anedda, "19-11-1993", en Notti di pace occidentale ( (versión Facundo Giménez)





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