mujeres asesinas
Silencio; ya el paso leve
por entre la yerba mueve,
como quien busca y no atina,
y temeroso camina
de ser visto o tropezar,
una mujer: en la diestra
un puñal sangriento muestra,
sus largos cabellos flotan
desgreñados, y denotan
de su ánimo el batallar.
Esteban Echeverría, “El puñal”, en La cautiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario