miércoles, 1 de diciembre de 2010

mujeres asesinas



Silencio; ya el paso leve
por entre la yerba mueve,
como quien busca y no atina,
y temeroso camina
de ser visto o tropezar,
una mujer: en la diestra
un puñal sangriento muestra,
sus largos cabellos flotan
desgreñados, y denotan
de su ánimo el batallar.



Esteban Echeverría, “El puñal”, en La cautiva.

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