sábado, 19 de noviembre de 2011

salen cositas

    


Hoy estaba almorzando en una pizzería y oí una conversación telefónica del cajero que estaba detrás del mostrador. “Escúcheme don Juan –decía el cajero-, la verdad es que cuando hablo con usted salen cositas…”. Se hablaba de comprar muy barato un hotel alojamiento por parte del cajero y de su invisible interlocutor. Hotel alojamiento aparte, lo importante era el cajero hablado.
    No existen los poetas, existen los hablados por la poesía.

Ricardo Zelarayán, "Posfacio con deudas", en La obsesión del espacio.

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